
Fui con Gonzalo buena parte de la carrera hasta que me descolgué allá por el km 30. Un poco antes me pasó mi cuñado, a quien tampoco pude seguir. El paso por delante de casa fue muy emotivo. Allí estaban mis chicas, animando a Papito.
Unas semanas más tarde estuve en
la Maratón de Castellón, acompañando a Juanra. En el km 28 nos incorporamos
Luis y yo para acompañarle y empujarle hasta la meta. Y aguantó hasta el final
el ritmo que impusimos. Gran tiempo el suyo, con poco más de 3 horas y media.
Un día muy divertido.


Se lo recomiendo a todos los runners de asfalto. Disfrutas del correr, de la montaña, del compañerismo, en definitiva, de la vida. No tienes la presión del tiempo y no te importa pararte en el avituallamiento para recuperar un poco de oxígeno. ¡Qué más da tardar cinco minutos más! Los descensos son pura adrenalina. Son pruebas muy exigentes muscularmente y cruzar la línea de meta es todo un éxito.
Ya estoy buscando en el calendario el próximo trail. Espero que algún Vegablue se anime y me acompañe. Amunt Vegablue!